El fútbol sudamericano ha sido cuna de grandes estrategas que dejaron huella no solo en sus países, sino también a nivel mundial. Entre ellos destacan figuras cuya influencia trasciende títulos: son maestros del juego que transformaron ideas, estilos y generaciones completas de futbolistas.
Uno de los nombres más emblemáticos es Carlos Bilardo, quien llevó a Argentina a ganar el Mundial de 1986 con una propuesta táctica revolucionaria para la época. Su obsesión por los detalles y su visión estratégica marcaron una era. En contraposición, César Luis Menotti, también argentino, apostó por un fútbol más lírico y ofensivo, obteniendo la Copa del Mundo en 1978. Ambos representan visiones opuestas pero igualmente influyentes.
En Brasil, no se puede omitir a Tele Santana, símbolo del jogo bonito, quien dirigió a la selección en los años 80 con un estilo que priorizaba la técnica y el espectáculo. Otro técnico legendario es Luiz Felipe Scolari, campeón del mundo en 2002, con un enfoque más pragmático y equilibrado.
Desde Uruguay, Óscar Washington Tabárez merece una mención especial. Conocido como “El Maestro”, condujo a la Celeste por más de una década, promoviendo una renovación generacional y una identidad futbolística coherente.
En Chile, Marcelo Bielsa es considerado por muchos como uno de los entrenadores más influyentes de su historia, no tanto por los trofeos, sino por la transformación cultural y táctica que provocó. Su estilo fue adoptado y perfeccionado por Sampaoli, quien alcanzó la gloria con la Copa América 2015.
Estos entrenadores no solo cosecharon títulos, sino que dejaron una herencia táctica, ética y formativa. Son referentes cuya huella sigue viva en el fútbol sudamericano actual.